Algunas de las preguntas con las que nos encontramos a menudo en nuestro trabajo, son ¿Qué obtengo con una promoción experiencial? ¿Cuáles serán los beneficios? ¿Cómo consigo llegar al cliente?…

Gracias a las promociones logramos que los consumidores habituales, se sientan recompensados y formen parte de la marca, dado que tras comprar regularmente el producto o servicio perciben que la empresa ha pensado en ellos y ha decidido premiarlos.

Por otro lado, también logramos alcanzar los clientes que compran el producto de forma eventual, los cuales, al ver la promoción, adquieren el producto aunque no lo tuvieran pensado o no lo necesiten aún. El resultado es que de un cliente puntual, recompensado positivamente con la promoción, podemos llegar a fidelizarlo hasta ser un consumidor habitual.

Las promociones no solo consiguen llegar a los clientes actuales de la marca, sino también a aquellos que, o bien dejaron de comprar o no lo consumen asiduamente. Éstos se sienten atraídos por la campaña promocional y tienden a adquirir de nuevo el producto. Siendo el resultado final, una oportunidad para recuperar aquellos consumidores que en su día se perdieron.

Los clientes potenciales, los cuales no han adquirido nunca ningún producto de la marca que realiza la promoción, tienden a comprarlo por el mero hecho del regalo que reciben a cambio, consiguiendo así aumentar las ventas y a la vez el número de clientes, porque si el producto les satisface y además reciben un regalo con un resultado positivo, volverán a adquirirlo en un futuro, consiguiendo aumentar el número de consumidores.

Llevar a cabo una campaña promocional te permite fidelizar y captar clientes y la mejor forma de conseguirlo, con un resultado y una redención positiva, es confiando en las empresas especializadas del sector como TPH Marketing, con un equipo preparado que se encargará de diseñar y gestionar la campaña.