Una de las principales preocupaciones de las grandes marcas ha sido el cambio operacional de los consumidores, es decir, hasta hace unos años, los clientes adquirían los productos o servicios en canales específicos tales como en la propia empresa o en tiendas distribuidoras.
Ahora, el cliente adquiere lo que desea cuando y dónde quiere de la manera más rápida posible ya sea en la propia tienda física, en la página web de la marca, en un portal de compras,… o en varios a la vez. Este comportamiento, es conocido como el nuevo consumidor omnicanal.
Las empresas deben analizar y ser capaces de seguir los pasos de sus consumidores, estudiando todas las opciones y estrategias a las que invertir los presupuestos para la captación y fidelización de los clientes.
La era de internet evoluciona rápidamente y genera que cada vez, tengamos mayor acceso a diferentes fuentes de información, plataformas, espacios publicitarios,… es un tema muy importante, dado que las empresas deben estudiar vehementemente dónde y cómo centrar la publicidad y sus esfuerzos de captación.
Cada vez más, se descentralizan las inversiones publicitarias y comerciales, dado que se deben abarcar más espacios, intentando seguir los saltos que realiza el consumidor en la red, siendo necesario la realización de estudios más específicos que permitan a la marca, conocer los medios que utilizan los clientes, con que frecuencia, y resolver las dificultades que se encuentran para lograr conectar con ellos.
El mundo empresarial se encuentra en una era en evolución constante que necesita de estrategias innovadoras y de fácil adaptación. Cada vez más, el sector del marketing precisa de dedicación y actualización.